Finalizaron los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 y, al ser una competencia atípica que se disputó un año de lo previsto, ahora el calendario será más corto para los atletas que deseen clasificar a la próxima cita que se llevará a cabo en París, en 2024. Serán tres años de sacrificio y entrenamiento, pero aquellos que aspiren a estar en la capital francesa deberán saber que también necesitarán del apoyo económico.
En países donde la mayoría de los deportes no son profesionales, como el caso de Argentina, muy pocos deportistas perciben ingresos suficientes para vivir de su actividad. Allí comienza el doble desafío para los atletas olímpicos: el primero, el deportivo. Clasificar no es tarea sencilla y menos para meterse entre los casi 10 mil atletas de más de 200 países que la cita congrega.
Pero eso será motivo de alguna nota de un blog deportivo o de entrenamiento. Nosotros nos enfocaremos en el segundo desafío: si la remuneración de una institución o del Estado son insuficientes para cubrir las necesidades… ¿Cómo es posible financiar mi carrera hacia los Juegos Olímpicos? La respuesta es sencilla: la creación de una marca personal deportiva.
Si bien Río 2016 fueron unos Juegos donde la tecnología estaba muy presente, los avances de los últimos cinco años, con una pandemia de por medio que hizo a mucha gente volcarse a las redes sociales, hicieron de Tokyo 2020 los Juegos con mayor interacción virtual de la historia.
Allí, y en la previa, los deportistas que contaron con una estrategia de marca y un correcto posicionamiento en base a los objetivos deseados, lograron obtener mayores beneficios y mejores réditos económicos. Muchos deportistas pudieron publicitar diferentes marcas que también obtuvieron el beneficio de que el mundo entero las vea.
Claro está que las limitaciones de marketing que impone el Comité Olímpico Internacional alcanzan en su gran mayoría a la exposición en medios tradicionales, pero las redes sociales personales y empresariales continúan venciendo a esa lógica que permite cosechar beneficios en los mejores momentos.
Pero claro, no sólo se trata de llegar a un Juego Olímpico y esperar que las redes sociales crezcan. Tener una planificación y una ejecución prolija de un plan y campañas segmentadas, desarrollar relaciones con futuros clientes, tener campañas específicas y contenido de valor son las claves que cada deportista debe tener a la hora de manejar su marca personal.
Que la marca personal de un atleta es un hecho de suma importancia lo ha entendido también Gonzalo Bonadeo, el reconocido periodista argentino que intenta catapultar las redes sociales de los deportistas a través de la TV. Claro está que, sin una estrategia sólida de redes, ese nuevo público será más difícil de fidelizar y de que se quede contigo, y qué decir de las marcas que puedan interesarse.
Brenda Rojas, atleta que compitió en canotaje, triplicó sus seguidores en sólo una noche, llegando de 10 a 30 mil. «Los deportistas le pedían a Gonzalo Bonadeo que les consiga seguidores de Instagram porque las empresas nos exigen tener miles de seguidores para darnos apoyo», expresó a Siempre Formosa el atleta Alí Villamayor que compitió en Pentatlón.
«Me ayudaría un montón que me puedan seguir en Instagram. Para nosotros, los deportistas amateur nos ayuda muchísimo tener seguidores para buscar sponsors para los viajes«, dijo el jugador de tenis de mesa Horacio Cifuentes en diálogo con TyC Sports, que le ayudó a llegar a 45 mil seguidores en una noche.
«Me va a explotar el teléfono cuando lo agarre», dijo la joven Valentina Raposo, del seleccionado argentino de Hockey, y no se equivocó, porque la cantidad de seguidores escaló de 10 hasta 45 mil.
Pero claro está que no siempre se puede depender de un «Bonadeo» o un salvador para que, de un día para el otro, las redes sociales exploten de seguidores.
Una marca personal sólida hará que los momentos de éxito sean aprovechados mucho más y, que los momentos de preparación, sirvan también para ir construyendo paulatinamente el camino hacia el tan ansiado logro de cada deportista.
