Siguiendo con las posturas de la era digital, los directivos que manejan el fútbol español decidieron aggiornarse a las nuevas tendencias de consumo por los millennials y emprendieron en la búsqueda de IDentidad Marca. Es por ello que en en un acto celebrado en la Ciudad del Fútbol, fue el presidente Luis Rubiales quién saludó a la nueva imagen del fútbol español: “Es importante que sepamos el porqué de este cambio. Es uno de los pasos de nuestro Plan Estratégico donde han participado tantas partes de nuestra Federación. Nuestra marca debía avanzar, con elegancia y sencillez, pero con poder. Queremos que sea un referente. Ojalá nuestra nueva marca nos acompañe en más éxitos importantes. Evolucionan las marcas de nuestra selecciones, de nuestras competiciones, de todas las mujeres y hombres que forman la Federación. Todos la sentirán como propia para generar una imagen potente. Quiero recordar hoy a todos los que no están con nosotros, echamos de menos a toda nuestra gente. Somos fútbol, somos Federación” Sostuvo el mandatario.
El logotipo tradicional, sencillo y formado por tres colores (rojo, amarillo y negro) y por las letras del cartel oficial del Mundial de 1982, basada en la pintura del pintor Joan Miró -no un Miró al uso, ya que está creado por una agencia italiana- se incorporó a la administración y se utilizó en las diferentes campañas de turismo de España, como la de ‘España bajo el Sol’.
Si bien al principio se catalogó de manera vulgar como ‘el huevo frito de Miró’, el logotipo fue acogido por la RFEF en 1990 y ha acompañado a la selección española en sus aventuras hasta el día de hoy. Tres décadas después, la RFEF cierra un capítulo de oro con el artista catalán Pablo Coppel.
Durante la rueda de prensa, la RFEF ha lanzado un vídeo en el que se muestra la evolución de la identidad y los valores que quiere transmitir el nuevo diseño.
TRADICIÓN O INNOVACIÓN
Si bien es habitual que los clubs de fútbol, las instituciones y las empresas renueven su imagen corporativa cada cierto tiempo, cada vez que se produce una transformación radical o compleja, se genera una gran controversia. ¿Hay que mantener lo viejo para adaptarlo a los nuevos tiempos o hay que ir más allá y romper con lo antiguo? La RFEF ha decidido cortar los lazos con su antigua imagen, y ha presentado una nueva identidad visual que hasta el momento no ha convencido demasiado.
Daba igual que la Federación montase un enorme espectáculo en el Campo A de la Ciudad del Fútbol, donde se desplegó el nuevo logotipo de la RFEF:
«Hicimos un recorrido de año y medio de trabajo hasta llegar al resultado final. Es una arquitectura coherente y ordenada con la que presentar sus marcas», declaraba Pablo Coppel, director creativo del equipo de trabajo que ha elaborado la nueva imagen para la Federación.
Sin embargo, los usuarios de Twitter comenzaron a apuntar sobre el logo un montón de problemas, similitudes y errores, y es más, muchos creen que se trata de una mala copia de la plantilla básica de Canvas, que tiene un recurso similar en su librería de software de diseño gráfico. Unos cuantos han ido más allá, y creen que el nuevo logo es una versión poco cuidada del emblema de la farmacéutica alemana Bayer.
Otros diseñadores opinan que, de una forma u otra, el cambio ha sido a peor. Se ha despojado a la Federación de personalidad e identidad, ahora todo tiene un aspecto más genérico, un aspecto que podría llevar a un nuevo rediseño en un futuro.
UNA TRANSFORMACIÓN DESDE LO CONCEPTUAL
El anterior logotipo y la anterior fotografía se gestó en los años ochenta y ha permanecido inalterada hasta hoy en día, siendo bastante reconocible por aficionados al fútbol. El cambio supone una transformación muy importante de la identidad visual previa, tanto en lo conceptual como en lo formal.
El motivo de esta necesidad de una renovación de imagen, es la propia presencia institucional del logotipo de la federación, que utiliza un modelo distinto al de muchas selecciones nacionales. Hasta el momento, la camiseta oficial de la Selección Española lucía el escudo nacional que representa al país, y el logotipo de la federación sólo se utilizaba en la ropa de paseo o de entrenamiento.
Ahora, el logotipo simplifica sustancialmente la identidad previa. El anterior logotipo con reminiscencias a Miró y que mostraba un balón aureolado por el sol desaparece. La nueva identidad es extremadamente sintética para, precisamente, hacer convivir el escudo nacional con el logotipo de la federación en espacios reducidos, que además se muestra con la estrella que certifica que la Selección es campeona del mundo
Visualmente se limita la gama cromática del escudo anterior, que utilizaba una paleta de color que combinaba rojo, amarillo y negro sobre fondo blanco. Ahora, el nuevo diseño se apoya en un juego cromático de rojo y blanco, lo que ofrece un aspecto más limpio y menos barroco. Esa limpieza también la observamos en el plano tipográfico.
Es un giro hacia la sencillez y el minimalismo que está generando mucha controversia en las redes sociales. Aunque muchas veces se está juzgando el resultado formal, la cuestión de fondo creemos que está en la decisión de incluir el escudo de la Federación dentro del escudo oficial nacional, justo donde anteriormente se podía ver un balón.
¿MENOS…ES MÁS?
Tras las comparaciones de estilo y el arraigo a la antigua identidad, vemos opiniones encontradas en tan abruptos vuelcos de imagen que -según las autoridades del club son necesarias para seguir a la vanguardia… Sin embargo, muchos no se amoldan a las tendencias y prefieren la tradición desde lo conceptual y lo figurativo.
¿Con cuál de estas dos visiones te quedas: la clásica o la innovadora?