Un negocio fantástico para los clubes. Menos en Argentina
¿Por qué en #Argentina no queremos remodelar estadios?
En varias campañas electorales a presidente del Club Atlético Boca Jrs, los candidatos hicieron referencia a la posibilidad de realizar un nuevo estadio o ampliar La Bombonera; es de antaño esta postura que plantean en las contiendas y toma notoriedad con la modalidad de socio adherente que crece a buena escala. Hay casi el doble de personas vinculadas a la institución, que las que pueden asistir y tomar asiento a un partido.
Por el lado de River Plate, hay una mega propuesta inmobiliaria que abarca todo el barrio de Belgrano y Núñez dónde comprarían los terrenos y eso le permitan a los millonarios trasladar su cede a otro punto de la Capital, sumado al gran deterioro de la infraestructura que se reinauguró en los años 70 previo a la copa del mundo.
Cómo dicen siempre en Argentina, los clubes son de los socios y los socios deciden que hacer, y darle esa potestad a tanta gente retrasa las decisiones que podrían traer cuantiosos beneficios económicos para el deporte y que en Sudamérica sufren crisis monetarias periódicamente.
Las instalaciones en nuestro país quedaron obsoletas en accesos, comodidades, y beneficios para el patrocinio. Los clubes pierden la posibilidad de generar ingresos por #Naming , digitalizar las estructuras para un contenido interactivo con el espectador y elevar la optimización de los espacios.
En Brasil modernizaron estadios para la WC2014, Atlético Madrid gastó 360 millones de Dólares en el Wanda metropolitano ya punto de cumplir 2 años, está cerca de recuperar la inversión, además de generar 60% más de ingresos que en el Vicente Calderón. Barcelona y Real Madrid presentaron sus anteproyectos de remodelación y / o reconstrucción total.
Hoy en día, una nueva infraestructura permite que los estadios sean espacios múltiples para todo tipos de eventos, la digitalización y optimización de recursos web brindan #Engagement entre las marcas y los aficionados que cada vez más depende de las conexiones y estos beneficios no pueden quedar fuera del mercado deportivo argentino porque los socios deciden no avanzar.
Cada año que pasa, los clubes están dejando de ganar cuantiosos ingresos que permitirían enderezar sus finanzas, simplemente porque los socios desconocen o se aferran un sentimiento de pertenencia con el estadio de tantos años.